Collide de Michelle Madow | Nueva lectura


Debí haber muerto cuando me dispararon en el baile de Halloween.
En cambio me desperté, una semana después, en un universo paralelo donde el fatal accidente automovilístico que se llevó la vida de mi madre jamás sucedió.
Un mundo donde mi mamá estuviera viva era todo lo que yo anhelaba. Pero en esta línea temporal, todo es diferente: mis estudios, mis amigos, incluso mi novio. Soy una extraña en mi propio cuerpo y no me gusta en quien me he convertido.
Pero una cosa sigue igual: ese tiroteo sucederá al final de la semana.
Soy la única que lo sabe. Eso significa que soy la única que puede impedirlo.
Pero primero necesito convencer a alguien, quién sea, de que estoy diciendo la verdad... y luego conseguir que me ayuden.

¡Feliz Navidad!


Desde Bookworm Books os deseamos una feliz Navidad.
Esperamos que disfrutéis de estas fiestas
en familia y rodeados de seres queridos.

Microrrelatos Halloween


Disfrutando Halloween
Cat J. B

La Bruja observaba su obra con una sonrisa de suficiencia. El desmembramiento podía ser un trabajo un poco sangriento; pero valía la pena, de eso no había dudas. Nada como una sinfonía de gritos de dolor para alegrarle el día.
La sierra eléctrica que tenía en las manos aún zumbaba debido a la laboriosa actividad, pero su sed de sangre se encontraba momentáneamente saciada. Ante sí se extendían cinco pares de brazos y piernas (muchos de ellos doblados en ángulos extraños ya que les había quebrado los huesos antes de empezar a cortarlos, para añadir un toque de diversión) y cinco cabezas infantiles. Su favorita era la del niño más pequeño —de vívidos y saltones ojos del mismo color que el pasto sobre el cual descansaba— puesto que sus facciones eran el reflejo del más absoluto terror, con los labios curvados en una deliciosa mueca que denotaba sufrimiento. Todos los torsos junto a sus asquerosas vísceras también manchaban el pasto de sangre, pero pronto serían lanzados al río para que la naturaleza los descompusiera. Para las cabezas y los miembros tenía ideas mucho más interesantes.
La Bruja dejó la sierra en el suelo sin mucha ceremonia y lanzó una mirada de disgusto a su vestido, antes amarillo pálido, ahora empapado de rojo oscuro. Era una verdadera lástima que no pudiera volver a usarlo. Caminó descalza entre la masacre, disfrutando la sensación de los charcos de líquido oscuro bajo sus pies, y acomodó las distintas partes de los niños en montones ordenados.
~ • ~
Un rato después, La Bruja cargó las cabezas y miembros en la misma carretilla naranja que había utilizado para llevar los torsos al río. Emprendió el camino hacia su cabaña silbando una canción infantil, mientras cavilaba sobre todos los preparativos restantes para el festejo de Halloween.


Microrrelato 1
katherin

Mirando hacia atrás, pienso que fue una mala idea, ¿pero a quien rayos se le iba a ocurrir salir en esta tormenta para coger la leña que estaba en los establos? A mí, por supuesto. Pero era eso o congelarme el trasero. Me coloque las botas de caucho y ajusté la capucha del impermeable rosado. Abriendo la puerta, salí corriendo, rogando no resbalarme en el barrizal que había ocasionado la tormenta. Finalmente llegue y abrí una puerta pequeña que daba hacia la parte de atrás. Con una sacudida, la cerré detrás de mí y me apresuré a buscar una linterna para alumbrar el camino. Siempre la dejaba colgando al lado de la pared, pero al intentar buscarla no la encontré—. ¡Demonios! —masculle para mí misma.
—Una chica tan bonita como tú no debería estar deseando ese tipo de compañía —dijo una voz desde las sombras del establo.
Si me hubiera podido ver en un espejo, sabría que mi piel se había puesto más pálida que de costumbre. Un intruso, lo que me faltaba.
—¿Quién está ahí? Muéstrese. —Demandé. Apretando los puños y colocándome en una posición defensiva. Me maldije internamente por no haber traído algo con lo que pudiera defenderme.
Una risa resonó desde mi lado derecho, más cerca de lo que hubiera querido, y entonces algo me agarró por la espalda del impermeable jalándome en las sombras. El grito que pegué me habría dejado en vergüenza en otras circunstancias, pero ahora estaba aterrada y tratando de golpear a quien fuera con mis manos y pies.
—¡Ah! Tenemos una pequeña guerrera. Al amo le vas a gustar, después de todo su fiesta de Halloween se aproxima, un lindo regalo —dijo la misma voz. Antes de que pudiera hacer algo más, fui consciente de que mis pies se elevaron del suelo y una fuerza me arrastró aún más profundo en las sombras del establo de lo que hubiera podido considerar posible.


Microrrelato 2
katherin

Era una noche oscura, así como mi alma, la misma que quedó vacía en agonía por la muerte de Akar, pero aun viendo su cuerpo sin vida en mis brazos, sabía que podía arreglarlo, podía traerlo de vuelta, solo necesitaba el hechizo adecuado y la fecha adecuada, 31 de octubre, ni más ni menos. Como bruja eso no me era difícil, lo complicado era traerlo de vuelta solo a él, tenía miedo de lo que pudiera desatar, pero le tenía más miedo de perderlo. De rodillas, contra el duro suelo, me hallaba rodeada por piedras angulares, que servían como puente hacia el otro mundo. Acaricie el rostro de Akar, aquel hombre que había muerto por mi culpa, el hombre que me amaba y lo había dado todo por mí, recordé sus hermosos ojos azules y como ellos me habían mirado con amor, apreté la mandíbula decidida a hacerlo, pase una mano por su cabello negro, mientras lo depositaba suavemente en el suelo y le di un beso en la frente. Lo traería de vuelta sin importar las consecuencias. Me puse de pie, decidida a invocar al mismísimo infierno en la tierra y valdría la pena.
Tomé una respiración profunda y cerré los ojos, mientras mis ojos espirituales se abrían hacia el otro mundo, de inmediato me di cuenta de que algo me estaba esperando, me sentí observada, pero no pude identificar que era, no tenía tiempo, tenía que continuar. Me llevó un tiempo localizar su alma, pero la encontré, lo que vi, hubiera hecho que mi cuerpo cayera de rodillas y llorara por la injusticia que estaba viendo: hordas de demonios estaban comiéndose su alma, sus gritos resonaban en mis oídos como cuchillos atravesando mi corazón, una y otra vez, me sentí desfallecer, él estaba pagando por mis pecados y conociendo mi destino, lo había cambiado libremente por el suyo, y aquí estaba él, con sus entrañas abiertas, servido como el plato principal mientras que las garras lo cercenaban. Sin poder huir. Pero no más, levanté las manos e invoqué mi poder, el mismo que me había negado a usar hasta entonces, el que provenía de Lucifer, mi padre.


Mejores amigas hasta la muerte
SoulOfRainbow

Sus dedos temblaban mientras metía otro cartucho a la escopeta en sus manos. Intentaba no hacer ruido, atenta a los otros sonidos dentro de la casa, pero la furiosa tormenta en el exterior hacía que cualquier indicio de la presencia de alguien más quedara ahogado en sus truenos, junto con sus sollozos de miedo.
Aún podía ver la sonriente cara de su mejor amiga mientras leían ese extraño libro que habían encontrado dentro de la casa abandonada en la que se metieron. Creyeron que la nota de advertencia en la tapa era sólo una tonta broma de Halloween, pero al leer las primeras páginas de inmediato supieron que algo iba mal. Al menos, ella lo notó. En especial cuando su amiga voló por los aires, su cabeza estallando contra el suelo cuando cayó de regreso.
Las velas no eran parte de la decoración, sino una trama bien ideada para liberarse de alguna clase de maldición, involucrando a dos inocentes que nada tenían que ver y un libro maldito.
No podía decir quién era la mente tras eso, pero oculta en el ático, pudo oír a la persona quien ideo el plan explicarlo todo para sí mismo y aferrarse al alivio, creyendo que finalmente estaba libre y que ambas chicas estaban muertas. Claro que poco le duró, o eso supuso ella, cuando oyó gritos de agonía venir del responsable.
Estaba siendo atacado. Asesinado. Devorado. Por su mejor amiga.
Siempre le quedaría en su recuerdo los ojos de su amiga volviéndose blancos, vacíos, su cuerpo levantándose de la muerte, doblándose en ángulos extraños, como si no le perteneciera. Apenas pudo escapar de ella.
Y ahora la oía. Acercándose. Subiendo a por ella.
La puerta del ático se abrió y la chica no pensó dos veces al jalar del gatillo.
Su mejor amiga yacía en un charco de sangre ahora, muerta de nuevo. Muerta finalmente.


El silbido
SoulOfRainbow

Lo oyó. Lo oyó de nuevo. A cada paso que daba, él lo oía. No importase cuanto se cubriera los oídos, no importaba cuanto hiciera para detenerlo. Ese silbido se repetía una y otra vez, una tétrica canción que estaba haciendo estragos con su mente.
Se estaba volviendo loco.
Observó a través de la ventana a los niños acercarse a la puerta de su casa a pedir dulces, disfrazados de distintas criaturas y animales. El timbre sonó, y la simple melodía lo hizo correr hacia allí, intentando detenerlo. Abrió la puerta con brusquedad, gritando palabras para que se detuviera y haciendo que los niños corrieran desesperados por alejarse.
Eso no bastó, la melodía siguió. Cada vez más fuerte, cada vez más cerca.
Desesperado, corrió hacia su cobertizo y tomó el hacha oxidada que raramente usaba. Él sabía que esos niños estaban jugando con él, intentando reírse a su costa, burlándose mientras silbaban esa melodía.
Esperó en su puerta a que otro grupo de chicos llegara. Adolescentes, estos eran los bromistas que jugaban con su cabeza. Antes de que lograran sonar el timbre, abrió la puerta y movió su hacha hacia el frente. El brazo del chico más cercano cayó como si fuese falso, como otra decoración más en un patio infestado de adornos.
Esto no era falso.
Los gritos de los chicos mientras el hombre continuaba con su hacha no cesaron, la sangre salpicando su rostro, pero fueron ignorados, creyendo que sólo era un espectáculo por la celebración.
Acabó con cada uno de ellos, pero finalmente notó que el silbido no cesaba.
Lo supo entonces: estaba dentro de su cabeza y sólo había una forma de detenerlo.
Preparando el hacha, la asestó con fuerza contra su frente. La sangre brotó de la herida, cubriendo todo su rostro, inundando todo lo demás.
El silbido finalmente se calló.
El diablo, apoyado contra una pared, complacido con el espectáculo, dejó de silbar y continuó con su camino.

How to Break Up with an Alien (My Alien Romance #2) | Nueva lectura


Acéptalo, las relaciones a larga distancia en la escuela secundaria son difíciles, sobre todo cuando el otro en la relación es un alienígena.
Alex Bianchi pudo haber sobrevivido a una batalla intergaláctica, pero aún no queda eximida de su último año de escuela secundaria, o cumple los requisitos para cualquier tipo de beca. Para compensar los costos de matrícula de la universidad, toma un trabajo en una cafetería local. Si tan sólo el café pudiese resolver todos sus problemas.
Mientras el último año de Alex avanza, todo cambia y no puede averiguar si es interestelar o si es solo el momento de romper con un alienígena.

Click en la portada si lees en PDF
Click en el título si lees en EPUB

Playboy's Baby by Mia Carson | Nueva lectura


¿Acompañar a Neal Callaway a una cita? ¡Aceptar o Rechazar!
Cuando Tia Watson presiona "aceptar" en la aplicación de citas en su teléfono, no tiene ni idea de que fingir salir con Neal Callaway, uno de los hombres más ricos en la tierra, incluiría un beso falso y luego ¡un no-tan-falso embarazo!
Neal Callaway es la clase de hombre que las chicas evitan: un intenso conquistador que conoce su camino alrededor de las mujeres, un hombre que es dueño de la mitad de la ciudad.
Un hombre que siempre consigue lo que quiere, y Tia está en su radar.
La vida de Tia Watson ha sido un infierno. Perdió a un ser amado y está endeudada hasta la coronilla. Tampoco es el tipo de persona que toma decisiones impulsivas, pero cuando su mejor amiga, Ella, instala una aplicación de citas con multimillonarios en su teléfono, ella está obligada a aceptar la invitación de Neal para acompañarlo en una cita falsa en casa de sus padres.
Pero Neal está comprometido con Alisha, la perfecta esposa de un multimillonario; Tia Watson posiblemente no podría compararse con Alisha, ¿o sí?
Tia era tan inocente, tan ingenua, y nunca había estado con un hombre. Ella, simplemente, era demasiado linda para un hombre como Neal.


Click en la portada si lees en PDF
Click en el título si lees en EPUB

#superfan de Jae Hood | Nueva lectura


Alexa Hannah disfruta de tres cosas en la vida: usar pijama, diseñar portadas de libros, y babear por su actor favorito, Ayden Vaughn. Introvertida por naturaleza, Alex se siente aliviada cuando su cita a ciegas no aparece, pero sus planes para disfrutar del buffet se interrumpen cuando un magnífico e irritante hombre se invita no solo a su mesa, sino a su vida. Ella parece que no puede alejarse del misterioso hombre a quien apodó "Ocho" en el lugar de su escala de caliente.
Con el tiempo, y a pesar de la resistencia de Ocho a decirle lo que hace para ganarse la vida, Alex se da cuenta de que no solo se siente atraída físicamente por Ocho, sino que también le está empezando a gustar. Alex no se detendrá en nada para averiguar más acerca de él, incluyendo fisgonear dentro de su apartamento y encender alarmas de incendio para expulsar a su huésped escondido. Pronto descubre que algunos secretos no están destinados a que ser descifrados por ella.


Click en la portada si lees en PDF
Click en el título si lees en EPUB

The Sound of Us (Radio Hearts #1) by Ashley Poston | Nueva lectura


The Sound of Us (Radio Hearts #1)
by Ashley Poston

La banda de pop predilecta de América, Roman Holiday, está hecha, muerta, y tan totalmente del año pasado. Para la rockoholic de dieciocho años, Junie Baltimore, esto es música para sus oídos. Pero cuando descubre a su sexy ex-cantante escondiéndose en el paseo marítimo, sus vacaciones de verano se convierten en la historia de portada del año. Ella está dispuesta a mantenerlo en secreto, pero cuando un paparazzi despreciable le ofrece el dinero que necesita para salvar el bar que le dejó su padre, ¿podría vender la oportunidad de salvar su futuro? ¿A quién está bromeando? Eso es una obviedad... pero nunca planeó caer de cabeza por el cantante.

Proyecto compartido con Lucky Girls


Ella's Twisted Senior Year by Amy Sparling | Adelanto


Ella's Twisted Senior Year
by Amy Sparling

Después de haber pasado la mayor parte de su último año volando bajo el radar, lo último que esperaba Ella Lockhart era tener un tornado pasando directamente a través de su casa, dejándola sin hogar. Ya era bastante malo que toda la escuela ahora la compadeciese, ¿pero sus padres tenían que dejar que sus vecinos los tomasen en su casa?
Ahora ella está compartiendo casa con Ethan Poe, su ex mejor amigo convertido en enemigo. Todos esos sentimientos que solía tener hacia él están empezando a diluviar sobre ella otra vez. Lástima que sea un idiota y su nueva novia tenga problemas territoriales. Gracias a la madre naturaleza, la casa de Ella y toda su vida se ha vuelto patas arriba.
Ethan no está del todo seguro de por qué Ella lo odia tanto, pero él sabe que ella no quiere tener nada que ver con él. Nunca ha conseguido olvidarse del enamoramiento que tenía con ella cuando era un niño, y ahora que ella está viviendo al otro lado del pasillo, es difícil mantenerse alejado. Su novia no está ayudando a la situación y cuando ella muestra su verdadera naturaleza, él ya no quiere salir con ella nunca más. Él quiere salir con alguien como Ella. Lástima que ella lo odie.


ADELANTO – CAPÍTULO UNO
Ella
Traducido por Coral Black 

La clase de arte del último año se supone que es un crédito fácil. Entonces, ¿por qué está la señora Cleary delante mía, con la mano en la cadera y una mirada en su cara que dice que piensa que mi acuarela debería ser capaz de curar la viruela cuando haya terminado? Me muerdo el labio y levanto la vista hacia sus gafas de gato, el pincel vacilante en mi agarre.
—¿Hay algún problema? —Le pregunto.
Sus labios se unen y sonríe, y es una de esas expresiones que le darías a una niña de dos años que quiere comerse sola pero sólo haría un lío, así que no puedes dejar que tenga la cuchara.
—Todos tus tallos de flores son exactamente iguales, —dice, doblando su mano en un arco—. Sabes que las flores en la vida real no siempre son así de perfectas.
Levanto mis hombros. Una gota de pintura verde cae sobre el papel.
—¿No puede mi pintura ser una representación de la perfección? —Pregunto, calculando que suena como algo pretencioso para decirlo. Ella se ríe entre dientes y pasa a torturar al siguiente estudiante. Meto mi pincel en la pintura y lo arrastro hacia abajo al papel, haciendo otro tallo de flor perfecta. Aquí está la cosa: no soy una artista. Pero puedo pintar mis uñas con una precisión de nivel moderado, sólo necesito quitarme la pintura de mis cutículas para el día siguiente o así, y también soy genial en la elaboración de queso a la parrilla. Y una vez que esté en la escuela culinaria, voy a encontrar una manera de convertirse en la mejor panadera de cupcakes de Texas, porque ahora mismo no soy exactamente maravillosa en eso, a pesar de que es mi pasión. Así que, excepto por arte, estoy bien en el departamento de habilidades.
El arte es mi crédito fácil. Si tan solo Cleary lo viese así.
De repente, un fuerte zumbido suena desde cada teléfono celular de la habitación. Salto, creando un vástago regiamente retorcido y llego a mi bolsillo trasero a por mi teléfono.
—Advertencia de tornado, —dice alguien. Uno a uno, todos descartan la alarma en su teléfono y volvemos a trabajar en lo que la Sra. Cleary seguramente considerará una obra de arte inaceptable.
Ha estado lloviendo mucho últimamente, y el clima ha sido bipolar como el infierno para un marzo en Texas. Por lo general, estaría empezando a calentarse aquí, pero últimamente ha estado alternando un día tan caluroso que se puede ir a nadar y al día siguiente te estás congelando en tus pantalones cortos y chanclas, poniendo en marcha la calefacción en el coche.
Hoy es un día frío. Me muerdo la lengua y trato de convertir el tallo torcido en algo parecido a hojas o espinas, o una cosa parecida a una vid floral. Realmente no funciona.
Mojo el pincel de nuevo en mi taza de agua y lo giro para levantarlo y tirarlo. Voy a empezar de nuevo y la Sra. Cleary admirará mi dedicación al arte. O tal vez no se dará cuenta en absoluto.
Me levanto y me vuelvo hacia la parte posterior del aula, que es una pared de cristal que mira hacia el campo de fútbol.
—Whoa, —digo, mientras la desagradable pintura cae directamente al piso—. Uh, ¿chicos? —Mi voz es más alta de lo que esperaba, el pánico ya se está estableciendo. Todo el cielo es negro en medio del día. Cerniéndose en el aire apenas a una milla o tan lejos hay una inconfundible nube de embudo. Se está haciendo más grande a cada segundo.
—Santa mierda, —dice Jack Grayson, pasando por delante de mí para estar frente a la ventana—. ¡Es un tornado, chicos!
Más personas se apresuran a la ventana. La Sra. Cleary grita algo acerca de calmarse y me quedo aquí, mirando con asombro mientras el embudo gira y se retuerce, como un espeluznante dedo de bruja apareciendo del cielo, deseando destruir todo en su camino.
Las sirenas explotan por la escuela, dos veces más fuerte que la interrupción del teléfono celular hace unos minutos. Las luces en la esquina de la habitación parpadean y gimen y me pregunto por qué nunca me había fijado en ellas antes. No son las pequeñas alarmas de incendio rectangulares, sino algo más.
El caos entra en erupción en la sala de arte mientras la gente camina sobre mi pintura caída para llegar a la ventana. Empujo a través de la muchedumbre y consigo mi mochila, lanzándola sobre mi hombro. Todos los demás pueden ser idiotas, pero yo no quiero estar cerca de la sólida ventana de cristal cuando llegue esa cosa. Es un maldito tornado, no un perrito lindo.
Afortunadamente, las sirenas se apagan un segundo más tarde y la voz del director Reynolds se alza sobre el altavoz.
—Debido a la advertencia de tornado, vamos a comenzar el procedimiento de refugio en el lugar en la escuela. Los estudiantes en las aulas especiales deben ir al pasillo E inmediatamente. Dejad todas las aulas con paredes de ventanas y sentaos en una fila ordenada en el pasillo E.
Él continúa, hablando acerca de cómo las otras aulas deben refugiarse en el lugar, pero la Sra. Cleary habla sobre él desde que estamos en un salón de clase especial. Sólo las clases de artes y optativas están en este extremo de la escuela y todos tienen paredes de ventanas para inspirar la creatividad. La otra mitad de la escuela está a salvo en sus paredes blancas y sin ventanas.
Con mi mochila agarrada con seguridad en mis brazos, salgo del aula, siguiendo a todos los demás hacia el pasillo E. Mi teléfono vibra en mi bolsillo trasero, pero estamos atascados en el pasillo como sardinas así que no lo tomo. En su lugar, hago mi camino a través de la gente hasta llegar al pasillo E y luego me detengo contra la pared y me deslizo hacia el suelo, mientras que todos los demás enfilan más allá de mí.
El pasillo de E es largo, separando la sala de la banda y los vestuarios del auditorio en el otro lado. Es probablemente el pasillo más largo y sólido en la escuela, pero al final de ella hay, por supuesto, un conjunto de puertas de cristal dobles, y allí es a dónde se apresura la mayoría de la gente.
Una vez más, me imagino el vidrio rompiéndose en un millón de piezas, haciendo que mi cara parezca a un animal atropellado. Así que no, gracias, me sentaré justo aquí en el extremo seguro del pasillo. Todo el zumbido en mi bolsillo trasero era de Abril, mi mejor amiga. Sonrío mientras leo sus mensajes.
April: Tía, ¿estás muerta?
Abril: Porque por la forma en que la Sra. Graham está actuando aquí, TODOS ESTÁN MUERTOS.
Abril: Bueno, ahora no estás respondiendo. ¿Cómo lo está manejando el final de la escuela? Será mejor que no estés muerta.
Ella está en historia, atrapada en una de esas aulas sin ventanas. Escribo una respuesta mientras el hedor del sudor y zapatos de goma de correr llena el pasillo.
Yo: Todavía viva. A menos que sea un fantasma y no me haya dado cuenta todavía. Volveré a informar si puedo caminar a través de las paredes.
Miro hacia arriba y encuentro la fuente del hedor que viene del vestuario de chicos. Ugh. Trato de contener mi aliento mientras pasan, ignorando en gran medida las exigencias del entrenador de elegir un lugar en la pared y sentarse.
La gente arrastra los pies alrededor, hablando y compartiendo imágenes del tornado que ya han golpeado las redes sociales.
Levanto mis rodillas y descanso mis manos sobre ellas, soplando aire para sacarme el pelo de la cara. No tengo exactamente un montón de amigos en West Canyon High School y los que tengo no están aquí.
Un zapato de Nike negro y rojo pisa mis zapatillas púrpuras.
—Hey, lo siento, —dice un tipo desde arriba.
Miro hacia arriba y mi respuesta sarcástica se queda en mi garganta. Ethan Poe me mira fijamente, su expresión probablemente es un espejo de la mía. Quiero decir, ¿de qué otra manera se ve a alguien que fue tu mejor amigo hasta octavo grado y luego se convirtió en tu repentino enemigo absoluto?
Por supuesto, tuve el estúpido enamoramiento de él, así que tal vez él no me está mirando de la misma manera. Tal vez su sorpresa es sólo eso, no diez tipos de otras emociones todas juntándose en una sola.
Como, solíamos ser mejores amigos.
Y, maldita sea, se puso caliente.
Muy caliente.
—Ella, hola, —dice. Sus músculos de la mandíbula se flexionan en lo que supongo que se supone que es una sonrisa—. No quise pisarle, lo siento.
Sacudo la cabeza para aclarar mis pensamientos sobre su ternura y el tamaño de sus bíceps que salen de su camiseta sin mangas como si fueran trofeos en una vitrina. Finjo un encogimiento de hombros casual.
—No te preocupes.
Se da la vuelta y tira la mochila de alguien lejos de mí, deslizándola por el pasillo.
—¿Te importa si me siento aquí? —pregunta, pero él se hunde en el suelo antes de responder.
Huele a sudor y canela y odio que sea algo así como sexy. El cabello oscuro de Ethan coincide con sus ojos, en que ambos son perfectos. Siempre olía a canela debido a su obsesión por la goma Big Red.
Hago una profunda inspiración y miro mi teléfono en mi regazo. April no ha enviado mensajes de texto, pero puedo pretender que estoy ocupada hablando con alguien.
Ethan empuja mi hombro con su codo.
—¿Y qué tal todo?
Miro hacia arriba y él sonríe, mostrando un conjunto de dientes perfectamente alineados que son tan diferentes de la torcida sonrisa de séptimo grado que solía darme todo el tiempo. Su piel se ha aclarado, su mandíbula ampliado. Es unos veinte pies más alto y aunque fijo que no existe desde la embarazosa pesadilla del verano antes del octavo grado, sé tan bien como todos los demás que Ethan Poe es un deportista popular ahora.
No es el mismo chico que era mi mejor amigo de la puerta de al lado, el chico con el que tenía un enamoramiento y el único que conocía todos mis secretos.
Mientras me mira, esperando una respuesta a su simple pregunta, me doy cuenta de que no quiere saber nada de eso. No le importa que mi vida se desmoronara después de que su amigo me dijera que pensaba que yo era una acosadora espeluznante. Probablemente se reiría si supiera lo difícil que fue para mí hacer nuevos amigos en octavo grado cuando me pasé mi infancia sólo preocupándome por él.
—Las cosas están bien, —le digo con una sonrisa apretada.
—Genial, —dice con una de esos asentimientos de cabeza que los chicos hacen tan bien. Las luces parpadean y el rugido del tornado que se aproxima repentinamente llena el aire. Lo espeluznante de eso hace que el pelo en la parte posterior de mi cuello se levante.
Sé que estamos a salvo aquí, pero el gemido del tornado es espantoso, tanto es así que hasta los deportistas que hacen bromas en el pasillo se han quedado en silencio.
Las sirenas gritan a lo lejos y reconozco el sonido como la alarma de desastre de la ciudad. Me estremezco cuando la piel de gallina pincha sobre mi piel. Se oye un ruido fuerte, seguido de chirridos y arañazos, como si hubiera un millón de árboles cepillándose contra el techo. El gemido del tornado es como un grito de batalla de la Madre Naturaleza, un monstruo inquieto que se está muriendo por sacarlo todo de su sistema.
—Maldita sea, —dice Ethan, rompiendo el silencio que nos rodea—. Eso suena malvado.
Asiento, sujetando mi teléfono en mis manos.
—Espero que mi coche esté bien.
Sus cejas se juntan.
—Ni siquiera pensé en eso. Es mejor que mi camioneta también esté bien. —Él sacude la cabeza, pasando sus dedos por las cejas—. Acabo de conseguir la cosa.
Lo dice como si no lo supiera. Como si no viviésemos al lado del otro y no tuviese ni idea de que comenzó a conducir el nuevo camión Ford King Ranch completamente caro en su decimoséptimo cumpleaños. Es tan brillante y cegadoramente rojo que sería imposible pasarlo por alto. Los Poes están cargados de dinero y esto solía beneficiarme mucho cuando era niña. Me llevaban de vacaciones y viajes a Sea World. Compraban dos de cada juguete de piscina para poder tener el mío propio. Mi corazón se aprieta y miro hacia otro lado. No estoy de humor para recordar mi vida antes de que Ethan Poe se volviera demasiado bueno para ser mi amigo.
Estoy mirando mi teléfono de nuevo cuando el olor de un perfume en polvo me golpea tan fuerte que toso. Ethan también lo hace.
Kennedy Price aparece, agachándose mientras camina, con una mirada conspiradora en su perfecta cara de animadora. Se detiene justo delante de Ethan y se arrodilla, apoyándose en las yemas de los dedos para poder besarlo.
—La entrenadora Tamara dijo que teníamos que quedarnos allí, pero me escaqueé, —dice, sonriéndole como si estuviera locamente enamorada.
Supongo que no puedo culparla. Él está completamente bueno ahora.
No es que me permita pensar eso.
Kennedy se vuelve hacia mí, su sonrisa de la High School secundaria en plena fuerza.
—¿Puedes moverte? —pregunta, moviendo la mano como si fuera a espantarme—. Necesito sentarme junto a mi novio.
Echo un vistazo a los tres centímetros de espacio entre Ethan y yo.
—Estoy segura de que puedes deslizarte —digo—. Estoy un poco apegada a este lugar particular en el piso.
Ella frunce el ceño y se mece sobre sus talones. La mascota de tiburón en su uniforme de porrista rojo y blanco parece mirarme también.
—Ethan, dile que se mueva.
La entrenadora Tamara da un paso al medio del pasillo, con las manos en las caderas. —Kennedy, contra la pared. No se te está permitido estar en el pasillo.
—Sólo un segundo, —grita de vuelta antes de que se vuelva a mirarme—. Muévete, —sisea.
No sé por qué me estoy obligando tanto a negar su petición. Probablemente podría moverme a un lado un poco, pero luego estaría sentada cadera a cadera con la chica más popular de la escuela. ¿Qué pasa si se me pega algo de su algo de su irritabilidad? No puedo tener eso, ¿no?—Lo siento, no hay espacio.
—¡Kennedy, ahora! —La voz de la entrenadora Tamara es un rugido sobre el sonido del tornado, que sigue golpeando alrededor de la escuela como si le hubiera ofendido que el edificio esté aquí. Afortunadamente, dos armarios grandes se han movido delante de las puertas en el extremo del pasillo. No podemos ver nada ahora, pero podemos escuchar lo suficiente para saber lo que está pasando afuera.
La entrenadora de las animadoras señala a la pared donde ella está parada, a la derecha en un punto en blanco entre todas las animadoras.
—Vuelve aquí o estás suspendida.
Kennedy lanza una mirada sobre su hombro, sus ojos penetran en mi alma con rabia, antes de que se vuelva a trompones por el pasillo. El gemido del tornado llena el silencio incómodo hasta que Ethan se ríe entre dientes. Puedo sentir su mirada en mí, pero no miro hasta que él habla.
—Eso fue un poco intenso.
Miro sus ojos oscuros y siento cada memoria de la niñez que hemos tenido cayendo al frente de mi mente, cayendo directamente a mi estómago.
—Puede que la próxima vez aprenda a decir por favor.

Proyecto en traducción.
Sigue la lectura en Bookworm Books.
Y si quieres ayudar, ¡ÚNETE AL STAFF!

Sweet Tricks: A Love Bites Novella by Maggie Dallen | Nueva lectura


Tabitha y sus amigas están listas para cambiar, recién graduadas de la universidad y listas para un nuevo comienzo, lo que significa decir adiós a sus malos hábitos cuando se trata de hombres. Para Tabitha eso significa evitar a los chicos malos de una vez por todas. Pero es más fácil decirlo que hacerlo cuando se encuentra compartiendo un apartamento con Jack, el chico malo para acabar con todos los chicos malos. Jack tiene una irritante tendencia a acudir a su rescate, hacerla reír y darle besos que la dejen pidiendo más. Mientras que su atracción instantánea no hace que se mantenga lo suficiente lejos, ¿por qué su nuevo chico malo tiene que ser tan bueno?

Proyecto compartido con Book Escape


Click en la portada si lees en PDF
Click en el título si lees en EPUB

The Robber Bride (Daring Debutantes #1) by Jerrica Knight-Catania | Nueva lectura


Cuando Victoria Barclay, hija privilegiada del Vizconde Grantham, tiene una experiencia que altera su vida siendo una niña, esta marca el rumbo para el resto de su vida. Está decidida a hacer una diferencia en el mundo, sin importar las consecuencias, y se convierte en un asaltante –o una, por así decirlo– de caminos, robando a los ricos y donando sus ganancias robadas a los pobres.
Su amigo de toda la vida y vecino, Phineas Dartwell, Conde de Leyburn, sospecha que su querida amiga está en algo turbio. Se ha vuelto evasiva, y lo que es peor, él está preocupado porque se haya vuelto evasiva. Cuando se niega a confiar en él, afirmando que es por su propio bien, él corta su amistad con el orgullo y corazón herido.
Sin embargo, cuando las actividades de Victoria salen a la luz ante los ojos del magistrado, Phineas debe encontrar una manera de absolver a su amiga –y espera, ¿futura su esposa?– de los cargos.

Click en la portada si lees en PDF
Click en el título si lees en EPUB

Claimed by Elizabeth Hendricks | Nueva lectura


Cuando la vida te lanza una bola curva, a veces hay que dar un paso atrás y volver a evaluar tu vida.
Jaxon se llevó el susto de su vida y tenía que aprender a relajarse. ¿Qué mejor que tomar unas buenas vacaciones para relajarse? ¿Y si conoces a la mujer de tus sueños?
Danielle tiene su vida desarraigada debido a la decisión tonta de su hermana pequeña. Sabiendo que la vida te puede desviar, decide que hacer un viaje por Europa sería una manera increíble para conseguir ordenar su mente. Así que, ¿quién sabría que iba a conocer a un hombre que tratara de seducirla?

Click en la portada si lees en PDF
Click en el título si lees en EPUB